viernes, 29 de mayo de 2009

La música que oigo hoy


Pues un saludo a todos de nuevo, y daros las gracias por seguir visitando el blog y dejando comentarios, aunque no lo actualice con la asiduidad debida. No obstante mi consumo de música continúa, y más en los días en los que el coche es casi mi única compañía. En él y durante este año he oido principalmente el último de Vetusta Morla y el Hellville de Bunbury. Cuestión de gustos.

Vetusta es uno de esos grupos nada convencionales, con una música muy currada. Todo encaja a la perfección en ese entramado de percusiones, sonidos electrónicos, guitarras, bajos, metales. Sorprende que en muchas de sus canciones aparezcan dos baterías, o al menos un segundo percusionista que acompaña al primero. Sus letras son elaboradas, verdaderos poemas que vas desentrañando poco a poco, cada vez que oyes la misma canción. Letras llenas de imágenes, de estados de ánimo. Letras con mucha alma. Sus melodías están muy elaboradas. Todo encaja, nada falta y nada sobra. Me gusta sobre todo su original y buen sonido, un pop que va a más durante todo el disco, dejando momentos y sonidos únicos y mágicos. La voz del cantante encaja perfectamente en ella, una voz limpia, llena de matices y perfectamente engranada dentro del conjunto.
Un día en el Mundo, el título del disco, ha superado ya el disco de oro, y eso sin el soporte de ninguna discográfica. Imagino que debido a ello, ya que los componentes de la banda son a la vez los gestores de su propio trabajo, incorporan no menos de tres canciones de sus trabajos, maquetas, anteriores, lo cual me parece muy buena idea, ya que así tenemos una visión más completa de la trayectoria de los Vetusta. Realmente muy recomendable, gracias Sergio por tu regalo.
Por otra parte tuve la suerte de verlos hace unas semanas en la Sala Vivero de Málaga, y sobre su directo comentar que es impecable, sin concesiones al sonido original del album, lo que bajo mi punto de vista dice mucho de la calidad de los artistas, juntos desde el 2002 y tocando mucho, mucho y bien. Una sorpresa de esas que te devuelve el optimismo por el panorama musical, siempre con mucha cautela, por supuesto.
Las recomiendo todas, si acaso Año Nuevo un poquito por debajo del resto. Mis favoritas, pues Copenhague, Al Respirar, La Marea, Sálvese Quien Pueda... y las restantes. Espero que os guste. un abrazo.







lunes, 6 de abril de 2009

Sobre pollos y sidecares


Pues ahí que corrían los finales de los ochenta/ principios de los noventa ( Dios, cómo pasa el tiempo), y el joven karcomilla, vaqueros pegados, pantalones ajustados, gran tupé al viento forjado a base de gomina, laca y altas dosis de gomina ( los excesos se pagan), se dirigía junto a un grupo de colegas a Pedrega, Pedregalejos, barrio pesquero de Málaga capital y por entonces centro de la movida juvenil, como casi todos los sábados, a tomar unas birritas y oir algo de música. Que tiempos. La hora tope de llegada, las 22 30h, aunque siempre surgía el típico imprevisto que te hacía retrasarte un poco...

El momento álgido de la noche era aquel bar, el Sidecar, con sus tres o cuatro escalones hacia abajo a la entrada, su barra a la izquierda, una sala cuadrada de unos 80- 100 metros cuadrados, siempre atestada a la hora punta, a eso de las 21h. Recuerdo una vez que, por mera curiosidad, adelantamos la llegada y el espacio vacío que vimos entonces nos hizo muchísima ilusión, por nuevo y por grande ( se llenó al poco rato, pero al menos vi el color del suelo). El local, por raro que parezca continúa en el mismo sitio, cerrado desde vete tú a saber cuando, y el resto del callejón ha sufrido tantas transformaciones que ahora es incluso una calle.

Hace muy poco llevé a mi hija casi enfrente, donde han montado, con bastante éxito por cierto, un parque de esos para celebrar cumpleaños, pero no uno cualquiera, es como un bosque subterráneo donde unos 20 niños pasan la tarde oyendo cuentos y recibiendo la vista de esos seres mágicos que a todos los niños hacen que se les caiga la baba. Y aparcamos cerca y, de camino al cuentacuentos mágico pasamos justo al lado del viejo garito. Y me sentí muy bien al recordar aquellos chupitos a 25 y 50 pesetas, aquellas cervezas en vaso de plástico y aquella música, qué época, sólo música española, de esas que te hacían bailar durante toda la noche, rock y pop del bueno, de ese del casi ya no se hace. Y sobre todos los grupos, en aquel antro gustaba uno en especial, Dinamita pa los Pollos, y una canción sobre todas, " Pandilleros", junto a " Luz de Luna" y aquel " Toro Mecánico". Y eso que no soy de baile fácil. Me sentí muy feliz al recordar, y me siento igual ahora mismo, aquellos momentos de casi inocente juventud pasados en el Sidecar.

Quizás debido a ese suceso he vuelto a colocar el cd con toda su discografía en la radio del coche. ¿ Y sabéis qué? A mi hija le gusta " El Rey del Tractor". Otros tiempos, otros gustos. Un saludo en este regreso.









A mi hija también le gusta Billy Joe, así que también os la pongo.

martes, 10 de marzo de 2009

El Sonido de la Música. Paul y Art.


Ya los oía de jovencito, merced a los vinilos que me pasaba mi tío, y simplemente me encantaron. A continuación he de decir que su " Puente sobre Aguas Turbulentas" me resulta algo cansina como canción aunque esté considerada una de sus mejores piezas, que le vamos a hacer.

Su actividad musical se inició en 1955 y, con algunas otras rupturas de por medio, su actividad conjunta se desarrolló hasta principios de los 70. Eso sí, han vuelto a tocar juntos en varias ocasiones, destacando el genial concierto en Central Park, en 1981, todo un clásico altamente recomendable.

En 1964 publican " Wednesday Morning, 3 A.M.", aunque no será hasta el año siguiente, con el tema que nos ocupa, cuando el álbum pasa a tener una gran repercusión. " Los Sonidos del Silencio" ( The Sound of Silence) es para mí otra de esas canciones clásicas desde su creación, una canción cada vez más de actualidad, una canción de esas que, según el momento, puede hacerte sonreir o llorar. Además, en su segunda versión, acuñan un termino nuevo, el folk-rock... resulta encantador oirla y su letra, en un inglés muy fácil de entender. Una canción de esas que me sigue desde siempre. Que callen las palabras, que suene el silencio.



Los sonidos del silencio

Hola oscuridad, mi vieja amiga,
He venido a hablar contigo otra vez.
Porque una visión arrastrándose suavemente
Dejó sus semillas mientras estaba durmiendo.
Y la visión que fue plantada en mi cerebro
Todavía permanece dentro de los sonidos del silencio.
En sueños sin descanso caminé solo
Por estrechas calles de empedrado,
Debajo del halo de un farol callejero
Me subí el cuello al frío y la humedad
Cuando mis ojos fueron apuñalados
Por el flash de la luz de neón, que resquebraja la noche
Y acaricia los sonidos del silencio.
Y en la luz desnuda ví
Diez mil personas, quizás más.
Gente conversando sin hablar,
Gente oyendo sin escuchar.
Gente escribiendo canciones que las voces jamás compartirán
Y nadie osó molestar a los sonidos del silencio.
'Tontos,' dije yo, 'no saben
Que el silencio crece como el cáncer?
Escuchen mis palabras que podría enseñarles,
Tomen mis brazos que podría alcanzarlos.
Pero mis palabras como silenciosas gotas de lluvia cayeron,
E hicieron eco en los pozos del silencio.
Y la gente se inclinó y rezó
Al dios de neón que crearon.
Y el cartel encendió su advertencia
Con las palabras que estaba formando.
Y los carteles decían que las palabras de los profetas
Están escritas en las paredes del metro y en los conventos.
Y murmuradas en los sonidos del silencio.

La comunicación, la intimidad, la franqueza, el saber distinguir a un amigo que te quiere ayudar de otro tipo de gente que sólo te quiere para usarte, para abusar de ti... temas del ayer, del hoy y del mañana.

sábado, 21 de febrero de 2009

El Espíritu del Vino me atrapó en el 93


Pues ahí que estaba, con 20 añitos recién cumplidos y con muchas ganas de marcha, cuando en otoño de ese mismo año me proponen acudir a un concierto de Héroes del Silencio. Por aquel entonces reconozco que, si bien alguna de sus canciones me habían enganchado ya, no era seguidor del grupo ya que los veía demasiado blanditos para mi gusto. Pero bueno, ahí que acudimos entre otros Santiago, Alfonso y un servidor, y cuando aquello empezó he de reconocer que añuciné, ya que, por aquel entonces, para mí era nuevo eso de que una banda le diese 100 vueltas en directo a sus discos de estudio.

Ver a aquel tipo canijo cantar como un cañón mientras no paraba de saltar, de moverse y de escalar hasta lo más alto de la estructura del escenario fue toda una experiencia. Uno a uno fueron desgranando los temas de su último disco ante la absoluta devoción de un público entregado, y cuando todo llegó a su final a todos nos pareció demasiado poco las dos horas que duró. Fue en ese momento en el que me convertí en seguidor de ellos hasta su disolución y, posteriormente de Enrique Búnbury ( con altibajos, eso sí, aunque con su último trabajo, Hellville de Luxe, ha recuperado toda la fuerza y calidad que le hacen ser un artista único).

De El Espíritu del Vino, uno de mis primeros CDs, es imposible decir que éste u otro tema es flojo, está metido para rellenar o cualquier cosa similar. Me atrevería a apostar, así de memoria, que es el trabajo que más canciones aportó desde entonces a sus directos y, en el reencuentro de Héroes en 2007 también, estoy casi seguro ( jo, que bien que lo pasamos en Sevilla, concierto inolvidable). Muchos de los 16 temas de El Espíritu..., más de la mitad, sonaron demostrando que la calidad no se pierde con el paso de los años. Los más clásicos, a saber, serían Nuestros Nombres, Tesoro, Los Placeres de la Pobreza, La Herida, La Sirena Varada, El Camino del Exceso, Flor de Loto, Sangre Hirviendo, Tumbas de Sal y Bendecida. No pueden dejarse de escuchar La Apariencia no es Sincera, El Refugio Interior, Bendecida 2, Z ( instrumental, usada como sintonía en algún que otro programa de radio y tv) y La Alacena ( una joyita).

Os dejo con Tumbas de Sal, sencillamente genial en directo y, por supuesto, Sirena Varada.



domingo, 15 de febrero de 2009

Carlos Segarra... se quedó sin guitarras.


Pues sí. Días atrás comenté el tema del concierto del pasado martes, y ahí que fui. Y disfruté. El señor Rebelde, arropado tan sólo por un contrabajo y una excelente batería, se marcó un repasito en el que incluyó desde la primera canción que publicó Elvis, o al menos eso tengo entendido: " The Train Arrives", para a continuación desgranar temas tan buenos como clásicos, del señor Berry, de los mismos Beatles, una muy buena versión del " Stand by Me", a dúo con el torremolinense Danza Invisible Javier Ojeda, y varios temas más de Buddy Holly, Karl Perkins, Gene Vicent...

El concierto me sirvió para comprobar de nuevo, como siempre, que la buena música, ni pasa de moda, ni necesita de grandes medios ni de tecnologías ultramodernas para ser tocada. La acústica excelente ayudó lo suyo. Otro descubrimiento por mi parte supuso ver a Carlos en directo. No es un gran guitarrista, pero eso sí, muy correcto y profesional. Aunque claro, o tuvo la peor racha de mala suerte del mundo, o señor Segarra, para próximas actuaciones compruebe mejor sus guitarras. La primera le duró unas 8 canciones, hasta que rompió una cuerda. La segunda apenas aguantó 3 canciones hasta que la entrada del ampli se empeñó en fallar, y la tercera sufrió la misma suerte que la primera en un lapso de 5 ó 6 temas. Así que tiró de nuevo con la segunda, mientras que las otras 2 se iban derechitas al backstage para, imagino, quitar una cuerda a una y ponérsela a la otra ( ya sabemos eso de desvestir a un santo para vestir a otro, ¿ verdad?). Eso añadió un plus de complicidad con el público, entregado y expectante, aunque la segunda esta vez aguantó lo suficiente.

Salimos muy a gusto, después de todo, y gracias a la magia de la música, durante el resto de la noche, el mundo pareció más amable, más humano, menos raro. Un saludo.


Y un temita, para que no se diga...

viernes, 6 de febrero de 2009

Carlos Segarra, ex Rebeldes, el show sigue


Pues resulta que, junto a casa, tengo un centro cultural de la Diputación de Málaga. Están muy bien sus programas culturales trimestrales, y he tenido la ocasión de ver ahí, por 3 €, a Nacho Vegas y Cristina el otoño pasado, a Loquillo dando una charla musicada sobre la música que le gusta... la pena es que, primero, dispongo de poco tiempo, segundo, que hacen una muy deficiente publicidad de sus actividades, y tercero que el aforo es muy reducido ( poco más de 300 personas así, a ojo). Total, que me acerqué hace un par de días y resulta que me pillé 2 entradas GRATIS para ver a Carlos Segarra la semana próxima en otro recinto algo más alejado y más grande, junto a la banda Rock and Roll Club, con la que hará un recorrido por sus canciones favoritas, encuadradas dentro del Rock and Roll, R&B y Rockabilly. Dado que es la primera vez que pillo por la patilla algo así he de reconocer que me ha hecho ilusión el inesperado evento. Los Rebeldes siempre fue un grupo que me gustó, pero no tanto como para tener sus discos o seguir al dedillo su discografía y, además, para mi gusto se hicieron demasiado comerciales. Alcanzaron su momento de más éxito con " Más Allá del Bien y del Mal" y desde ahí iniciaron un suave descenso con discos que apenas tuvieron repercusión.

La cuestión es que, dándole algunas vueltas al tema, opino que la música está entrando en nuevos derroteros, ya que cada vez son más y más habituales la autoedición, la publicación de trabajos directamente en internet, gratuitos en ocasiones, y este tipo de eventos como el que os comento, gracias a los cuales muchos de ellos van sobreviviendo sin necesidad de tener a una gran discográfica detrás.

Canciones como " Mescalina", " Rocker", " Bajo la Luz de la Luna" o " Mediterráneo" sonaron durante toda mi juventud y me evocan largas tardes-noches de esas en las que se salía a las 7 u 8 de la tarde y llegabas a casa para cenar aunque fuese sólo ( gracias mami por tantas cenas preparadas a sabiendas de que me las comería frías). Que tiempos esos, salir casi de día aún...



¿ A qué os esperábais " Mediterráneo"? Pues mejor os pongo ésta. Un saludo, y gracias por llegar entre todos a las 1000 visitas. Cuando empecé en Noviembre con esto no imaginé que llegarían a tantas.

sábado, 31 de enero de 2009

Sobre Loquillo, Balmoral y su airada juventud


Siempre tenemos artistas, grupos, por los que sentimos una particular debilidad. Del que os hablo hoy decir que es mi favorito por encima de todos, por diferentes razones y motivos. Loquillo madura con el paso de los años, alterna discos muy buenos con otros más normalitos pero siempre consigue engancharme con tal o cual canción, ya sea por la letra, la música o por su forma de interpretarla. El otro día, oyendo una emisora generalista de ámbito nacional, abrieron su ventana con una de sus últimas canciones, y los comentarios que hicieron sobre ella fueron casi en su totalidad iguales a los míos. Decir que con "Balmoral" Loquillo ha logrado reinventarse, subir un escalón en cuanto a calidad, tanto en la música como en las palabras que usa. Separarse de los Trogloditas le ha pasado factura, pero a su favor, contrariamente a lo que en un principio se hubiese podido pensar. Sabino Méndez ha vuelto a colaborar con el Loco tras muchos, muchos años sin hacerlo, y la guitarra de Igor Paskual suena sobre todas las cosas.

De " Balmoral" sólo puede hablarse mucho y bien, independientemente de, como ya hemos comentado en otras entradas, que el artista te caiga mejor o peor, o te identifiques más o menos con su estilo, su ideología o su estética. En los tiempos que corren ( recuerda, Loco, " Porque los tiempos están cambiando sin remisión...") tener en tus manos un trabajo como éste, poder permitirte el lujo de sumergirte en sus letras, en su ambiente, saltar del garrafón a un malta de 12 años, es todo ello una bocanada de aire fresco, un hilo de esperanza para que no todo tiempo pasado haya sido mejor.

Un disco donde una leyenda como Johnny Hallyday se marca un dueto con Loquillo en " Cruzando el Paraiso", un disco que tiene canciones tan versátiles como " Sol", tan profundas como " La Vida es de los que Arriesgan" o tan sólidas como " Hotel Palafox", la propia " Blamoral" o " El Creyente", nunca puede ser un mal disco. Y si, a todo ello, añadimos por cierto la canción de la que os he empezado a hablar, el disco pasa de bueno a muy bueno, e incluso, cuestión de gustos y de opiniones, a excelente. La canción, " Memoria de Jóvenes Airados", sería todo un himno, y puede que vaya camino de serlo, pero eso sí, siempre por el boca a boca, por obra y gracia de un amigo que te la pone, de una emisora local donde la oyes un día por casualidad. Porque las canciones que dicen, los artistas que piensan, las letras que te hacen pensar, están desgraciadamente fuera de toda posibilidad de ser promocionadas...

MEMORIA DE JÓVENES AIRADOS ( El Loko, Susi Koska e Igor paskual)

Nosotros que somos los de entonces
los que no tenemos donde
los que siempre hablamos solos.

Nosotros que no formamos parte
decidimos seguir al margen
viviendo en el alambre.

Memoria de jóvenes airados
vive al norte del futuro
al sur de la esperanza
cautivos en reinos conquistados
donde habitan los silencios
donde ya no queda nada.

Nosotros que estamos siempre alerta
marcamos la diferencia
sin haceros reverencias.

Vivimos, caminamos sin aliados
amamos como soñamos
soñamos siempre armados.

domingo, 18 de enero de 2009

Tiempo de escribir, tiempo de cerezas


Pues a ver si espabilo, que hace más de 2 semanas del último post! Ante todo gracias, gracias a vosotros, que en número de casi mil habéis visitado este vuestro blog desde sus inicios, hace apenas dos meses y medio.

El siguiente disco cayó en mis manos una tarde, cuando buscando noticias sobre lo nuevo que Bunbury había publicado, va y resulta que topo con un doble CD compuesto y cantado al 50% con un tal Nacho Vegas... llamado " El Tiempo de las Cerezas". Las primeras " audiciones" del citado album reconozco que me descolocaron... ¿ Quién es el tipo que canta con Búnbury?. ¿ De dónde han salido estas canciones?. Tirando de internet veo que el trabajo en cuestión está teniendo premios y nominaciones al otro lado del charco aunque claro, aquí se le sigue dando bola al montón de mediocres sacados de programas televisivos o apadrinados por tal o cual radio, televisión o grupo de comunicación...

Haciendo un inciso, y a toro pasado, reconozco que los dos tipos en cuestión son de los que o te caen bien o no puedes ni ver... el ego de ambos, a mi entender, llenaría varios campos de fútbol, aunque llegados a este punto soy de la opinión de que la calidad musical está por encima del propio artista: te puede caer como un tiro, no te tomarías ni un chupito con él, pero llevas meses con su último CD en el coche... y fundamento esto en lo siguiente: multitud de " artistas" sin voz ni talento venden debido a que los tienes hasta en la sopa, con mucha promoción y entrevista de por medio. Y son muy malos.

Si alguien se decide a poner este trabajo en sus manos, va a encontrar una muy cuidada producción, eso es indiscutible. Y lo siguiente que va a notar son unas letras fántasticas, de esas que te cuentan una vida en 3 minutos, con un sonido fresco cuando ha de serlo, y más " sórdido" cuando la canción así lo requiere. Por lo demás son 20 canciones de las que la mayoría obtienen la calificación de 5 estrellas por mi parte. Son canciones de vidas rotas, de almas heridas, de amores perniciosos, de llantos alegres, de risas tristes, de rabias y de celos...

Del CD1 destacaría " Días Extraños", " Puta Desagradecida", " La Pena y la Nada" y " Ahora", y del segundo " El Rumbo de tus sueños", " Serie Negra", " El Cazador" ( la favorita de mi hija de las que son aptas de oir para sus 6 años), " Bravo" y " La Fin".

Y para terminar igual que empecé, dando las gracias, he de hacerlo a Enrique y Nacho, al señor Vegas y a mister Bunbury, por darme estas canciones para oir en unos momentos difíciles de mi vida, ya pasados. Y lo bueno de todo es que ellas siguen conmigo. Quizás lo único bueno, pero suficiente.



viernes, 2 de enero de 2009

Dire Straits, y una canción que no se olvida.


Pues ante todo felicidades y un buen año por delante, y a continuación voy con una canción de esas que se pueden poner una y otra vez sin que se haga pesada, o al menos a mí me lo parece. La verdad tengo que decir que de grupos anglosajones ando algo escaso, no soy fiel seguidor o superfan de ninguno, o al menos en comparación con los de aquí. Pero por regla general escucho con asiduidad canciones en inglés, de grupos o solistas anglosajones, norteamericanos y demás. La música francesa también me tira, quizás incluso más, y de la japonesa decir que hay un par de grupitos por los que siento debilidad y que espero poner pronto por aquí.

Volviendo a la canción que nos ocupa, estaba cenando con mi familia en Nochebuena cuando mi hermano Sergio y yo nos pusimos a charlar y, no recuerdo ahora exactamente como llegamos a ese punto, de repente acabo contándole una anécdota de esas de " juventud": Contaba yo por entonces con 21 años, una época en la que aún no existían ni los móviles ni internet, ¡ flipa flipa!. Por entonces trabajaba en una pizzería, y acababa de adquirir mi primer coche hacía unos meses. Total que quedé con Jose en la feria del pueblo de su recién estrenada novia, ahora mujer. El lugar en cuestión es Villanueva del Trabuco, provincia de Málaga, a unos 45 kms de la capital. Para situaros del todo, corría septiembre de 1994.

Terminé de trabajar a eso de la 1:30 am y me planté allí con mi flamante Panda celeste. Fue una noche de esas geniales y supersanas que uno recuerda para toda la vida. Un grupo de gente supermaja, a los cuales conocía ya de la recién pasada feria de Málaga, un ambiente fenomenal, soltada de vaquillas a las 8 am y desayuno consistente en un buen papelón de churros comidos tirados en un portal. Salí de allí a eso de las 11 am, sobrio por completo pero cansadísimo. Tanto que primero me fui dirección Granada y tras dar la vuelta pasé el resto del camino sin camiseta, con las ventanillas abiertas por completo y cantando a grito pelado canciones de los " Heroes" para no dormirme. Sin más incidentes que el que me salté un semáforo en rojo, llegué a casa a las 13h pasadas. ¡ Cómo dormí, jajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja!

Para mí, el momento álgido de la noche fue la típica orquesta pachanguera que toca versiones sin parar. Pero ésta, sí señores, sonaba de impresión. Un telón azul con lentejuelas de fondo, un nutrido grupo de músicos muy profesionales, sección de metales, teclados los justos, buenos coros y voces, en general, y sobre todo un guitarrista de color, cincuentón ya y algo gordito, que cantaba estupendamente, a lo James Brown, y tocaba la guitarra de impresión.

Y recuerdo perfectamente como, tras multitud de bises que pedíamos con insistencia las más de 500 personas que llenábamos el recinto, cerraron la actuación con este tema, que aquel señor tocó y cantó como Dios. Cada vez que lo escucho, desde aquel día, me viene a la cabeza ese momento, de lo bien que lo pasamos mientras el cielo se anaranjaba de amanecer tras las montañas; y de lo bien que lo pasé aquella noche. Espero lo disfrutéis vosotros ahora. El señor Mark Knopfler y su banda, los " Dire Straits", con un tema de esos que gustan siempre: " Money for Nothing".